Consejos dietéticos I

Antes de nada, ¡FELIZ SANT JORDI!

PARA ESTE DÍA TAN IMPORTANTE OS DEJAMOS ALGUNOS
CONSEJOS DIETÉTICOS

Como cada vez la gente empieza a preocuparse más por su salud y empieza a ser consciente de lo que la alimentación repercute en ella vamos a poner algunos consejos dietéticos que han beneficiado a muchas personas y que con suerte podrán beneficiar a muchas más.

Antes de nada decir que cada persona es un mundo y aquí no somos ni médicos ni dietistas y lo único que pretendemos es dar unas pautas para seguir una dieta saludable. No se trata de dietas milagro que prometen que adelgazarás "X" kilos en "X" tiempo, ni tampoco que curarás enfermedades como por arte de magia.

Así como el alimentarse inadecuadamente suele afectar más a largo plazo, el mantener una buena alimentación no nos hará cambiar de un día para otro, ¡lleva su tiempo! y requiere paciencia...hay que llegar a adquirir el hábito de comer de forma saludable sin que ello se vea como una obligación.

Lo que si puedo aseguraros es que en personas que sufren de problemas de salud el cambio en la alimentación se percibe antes. No por eso nos curamos sin más, repito no somos magos todavía, pero si que se aprecian mejoras. Por eso muchos buenos médicos, dietistas, naturópatas... inciden tanto en el hecho de mantener una buena alimentación, sobretodo personas que padecen enfermedades como el cáncer, tan común por desgracia en nuestros días, y para las que la alimentación es una de los pilares más importantes para superar la enfermedad.

Después de incidir un poco en la gran importancia de la alimentación, ¡pasamos a lo que interesa!

Cosas a tener en cuenta en nuestra alimentación diaria:

·         Evitar tomar productos lácteos, sobretodo de vaca.  Sustituir estos por:

-  Leche de avena, de arroz, de avellana, de almendras (que además va muy bien para el hígado), de espelta, de kamut...

-  Mejor evitar la leche de soja: Muchas persona creen que la leche de soja es un buen sustituto de la leche de vaca, y que ambas aportan la misma cantidad de energía y los mismos valores nutritivos, pero es un error.                                                            La soja tiene un alto valor proteico y por esta razón la utilizamos en forma de tofu, tempeh, salsa de soja, miso, germinados y también en su forma natural. Pero la soja se debe cocinar muy bien para que el organismo pueda asimilar bien sus propiedades, y este no es el caso de la leche de soja. La leche de soja es difícil de digerir.

-  Ahora se baraja la opción de que la leche de yegua es muy beneficiosa para el organismo sin tener les contraindicaciones que pueden tener otros tipos de leche como la de vaca, oveja y cabra., pero como aun no he encontrado ningún texto con información que no sea puramente comercial no voy a entrar en el tema. 

-  Yogures de avena, arroz. (se podría tomar algún yogur de oveja o cabra).

-  Queso: Tomar mozzarella (sin abusar), o sustituir del todo los quesos por tofu. Y en caso de no poder suprimir los quesos intentar que no sean de leche de vaca.

La leche materna es un alimento muy bien adaptado a las necesidades del niño pequeño y la leche de vaca está muy bien adaptada a las necesidades del ternero... pero no a las del hombre. Las proteínas de la leche de vaca tienen una estructura primaria diferente de las proteínas humanas, y algunas de ellas resisten -al menos en parte- la acción de las enzimas y de nuestra flora bacteriana. Por eso el resultado de su ingesta es con demasiada frecuencia una mucosa intestinal deteriorada que hará que esas proteínas o péptidos se introduzcan en el organismo provocando problemas.

Existen además grandes diferencias entre la leche materna -para la que está preparada nuestro organismo- y la de vaca. En composición, vitaminas y, desde luego, hormonas y factores de crecimiento. Y es que en el caso de la vaca su leche está destinada a conseguir que el ternero alcance ¡un peso de 100 kilos en un año! En otras palabras: la leche de vaca es idónea para alimentar terneros, no seres humanos.

Muchas personas piensan que prescindir de la leche puede provocarles pérdida de calcio y

problemas como la osteoporosis pues la televisión, la prensa y la mayoría de los médicos

repiten que la solidez de los huesos depende de su cantidad de calcio y sólo el consumo diario de productos derivados de la leche puede aportarles en cantidad suficiente ese precioso calcio.

El peligro de la falta de calcio es una ilusión. Es cierto que la leche de vaca es rica en calcio pero una vez en el tubo digestivo humano la inmensa mayoría del mismo es precipitado en forma de fosfato de calcio y expulsado a través de las heces fecales. Sólo una pequeña parte es absorbida. El calcio asimilable es aportado en cantidad más que suficiente por los vegetales: hortalizas, legumbres secas, verduras, carnes crudas y frutos secos y frescos. Además el calcio es un mineral muy abundante en el suelo donde es recuperado por las raíces de las plantas. En definitiva, eliminar de la alimentación la leche animal no provoca carencia de calcio.

Alimentos con mayor aporte de calcio: (para que veáis que no solo la leche lleva calcio):

-      El sésamo (se puede utilizar para condimentar ensaladas, cremas, o incluso solo con un poco de tomate y aceite de oliva.

-      Frutos secos: almendras (las que más), avellanas, pistachos, nueces.

-      Verduras: perejil, col rizada, espinaca, brócoli, acelgas, cebolleta, aceitunas, puerro...

-      Legumbres: soja, garbanzos, lentejas.

-      Cereales: copos de avena.

-      Frutas: higo seco, pasas, dátil.

Como sustituir el consumo de lácteos poco a poco:

Ø Reducir los quesos salados y secos.

Ø Ir utilizando más quesos blandos y yogures.

Ø Incluir o incrementar en cada comida las semillas.

Ø Incrementar el consumo de frutos secos (especialmente de nueces).

Ø Incluir en la dieta cremas dulces de verduras.

Ø Incrementar la proteína vegetal.

Ø Sustituir el tofu en las formas que utilizábamos los lácteos anteriormente (sin olvidar que no se debe consumir crudo).

Ø Utilizar la leche de cereales (kamut, espelta, avena…) o de almendras en lugar de la leche de vaca.

Ø Añadir algas a diario para un buen aporte de minerales.

Ø Reducir los lácteos al mínimo, quedándonos como último paso con yogures naturales de buena calidad.

Ø Utilizar mantequilla de sésamo, de cacahuete o de almendra, diluidas con agua caliente, para confeccionar nuestros aliños y salsas.

• Evitar el trigo, ¡Si tienes cáncer por favor deja el trigo! En personas sanas que deseen tomar cereal es mejor decantarse por  cereales con menos contenido en gluten (kamut, espelta, cebada, centeno y el que tiene menor cantidad, la avena) o mejor aún por cereales sin gluten: como quinoa, arroz, trigo sarraceno (también llamado Alforfón), mijo y amaranto.  

        Tener en cuenta el tipo de harina, el pan, la pasta, bollería…todo eso esta hecho de cereales.

¿Por qué no tomar trigo? Dos razones...

Primera, la necesidad de alimentas a un número cada vez mayor de personas hizo ir
      modificando las técnicas de cultivo desde los albores de la civilización. el hombre seleccionó
      primero aquellas especies mejor adaptadas, luego haría hibridaciones buscando obtener
      plantas más fuertes, a continuación llevaría las especies a zonas geográficas diferentes de las

propias y, finalmente, las manipularía creando organismos genéticos modificados para

obtener plantas fuera de temporada, cultivos más resistentes o cosechas más numerosas.

Todo un proceso histórico marcado por la cantidad pero en el que se ha venido ignorando

la respuesta de nuestro organismo, no tan diferente del de nuestros congéneres de hace

miles de años y, por tanto, incapaz de adaptar su respuesta biológica a cambios tan

continuos.

Seignalet recoge en su libro una amplia relación de estudios que asocian el consumo de

trigo -y en menor medida del maíz- con diversas enfermedades: poliartritis reumatoide,

esclerosis en placas, enfermedad celíaca y dermatitis herpetiforme, algunas migrañas,

diabetes juvenil, depresiones nerviosas, esquizofrenia y enfermedad de Crohn.

Para Seignalet todas esas enfermedades no son sino la consecuencia de algo grave que

denuncia: las enzimas y mucinas de nuestros organismos son hoy incapaces de digerir

correctamente las proteínas de los cereales -especialmente las del trigo y el maíz- porque

a lo largo de los últimos tiempos se ha modificado su naturaleza. Un problema que

además se agrava con su desnaturalización al ser cocidos. Los únicos cereales que según

él no presentan hoy esos inconvenientes son el arroz -ya que tiende siempre a volver a

su estado natural inicial a pesar de las múltiples manipulaciones que igualmente ha

sufrido- y el trigo sarraceno.

 

Y cereales antiguos que no han sufrido esos cambios; como son la espelta y el kamut:

  .Espelta: Es una variedad de trigo que se cultiva hace unos 7000 años. Respecto al trigo común tiene un mayor nivel de proteínas, minerales, vitaminas y oligoelementos. Contiene los 8 aminoácidos esenciales por lo que es ideal para los vegetarianos. Es un buen aporte de magnesio, hierro, fósforo, betacaróteno, vitaminas B y E. tiene mucha fibra y es rica en ácido silícico necesario para nuestros tejidos y órganos.

  .Kamut: Es la variedad de trigo de grano duro más antigua que se conoce. Era cultivado ya en el antiguo Egipto (Kamut significa pan). Respecto del trigo común, tiene una mayor cantidad de minerales (magnesio, zinc, selenio, calcio y potasio) como también vitaminas del grupo B.                                                                       No tiene demasiada fibra, ya que es un grano de piel muy fina. Eso potencia su sabor a la vez que mejora su digestibilidad. (ideal para personas con problemas digestivos).

   
            Segunda, es mejor no incluir el gluten en nuestra dieta, el gluten es una glucoproteína que se
            encuentra en la semilla de muchos cereales combinada con almidón. Representa un 80%
            aprox. de las proteínas del trigo y está compuesta de gliadina y glutenina. Se encuentra en el
            trigo en mayor cantidad, pero en la espelta, el kamut, el centeno y la cebada también
            encontramos. En la avena por ejemplo hay glutenina pero no gliadina (por lo tanto es en el
            que menor cantidad encontramos).                                                                                             
           
            El gluten causa inflamación intestinal, aproximadamente el 1% de la población es celiaca
            (enfermedad crónica y autoinmune en la que hay una intolerancia al gluten) y de entre los no
            celiacos muchos digieren mal el gluten o presentan hipersensibilidad.
            La inflamación que produce el consumo de gluten es conocida por destruir las células
            intestinales. Este efecto crea un "intestino permeable", que permite a los compuestos tóxicos
            entrar al torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de enfermedades autoinmunes, y la
            reducción de la capacidad del intestino para absorber adecuadamente los nutrientes.
            La inflamación es la raíz de muchas enfermedades, entre ellas del cáncer. ¿Cuantas veces
            hemos oido que el cáncer empieza en el intestino?
     
       

• No mezclar clases de cereales en una misma comida. No comer  por ejemplo pan de espelta con leche de avena. Es mejor comer el mismo tipo de cereal y en caso de tomar cereales distintos no tomarlos en una misma ingesta. Ya que tomando dos cereales juntos no asimilamos bien los beneficios de cada uno y causamos problemas intestinales.                                              

          Para que no haya confusiones, la soja y el sésamo no son cereales.

   

Hoy nos hemos centrado mucho en el tema de los cereales...para no alargarnos más y que podáis ir asimilando poco a poco lo dejamos aquí, ya haremos otra entrada con las cosas que faltan importantes.